26.08.08 Apuestas

Todo aquel que conozca un poco a los vascos, sabrá que nos encanta apostar. Nos podemos apostar una cena o una comida (lo más común) hasta unos cuantos dineros. Los chistes populares (o simplemente viejas historias) cuentan como algunos se apostaban desde la parienta hasta el caserío. ¡Que tiempos!.
Ahora somos un poco más comedidos y solamente nos apostaremos unos pocos duros. La primera sala de apuestas la han abierto en Bilbao mientras que la segunda la abrirán en Eibar... a ver hasta cuantas nos encontramos.