La intención de los Obispos (bueno de su carta) fue buena. No vamos a pensar mal, pues estoy seguro que lo hicieron con toda la buena intención del mundo. Pero ya sabes cómo va la cosa. Las verdades siempre se cogen a medias. Todos somos humanos y entendemos las cosas según nos de el viento. Por eso, los Obispos, tan sabios ellos, deberían saber, que nosotros, cómo simples corderillos, nos deberían decir las cosas claras, decir que el negro es negro y que el blanco es blanco, nada de grises y esas cosas, que luego nos liamos y les entendemos mal.
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