jueves, 25 de octubre de 2007

25.10.07 Amén

La radio de los obispos, o sea, la cope, se está subiendo a los altares. Se están llenando de gloria. Por un lado, todos los domingos predican el amor, y falta nos hace que nos lo recuerden todos los domingos. Pero por otro lado, su cadena de radio, no hace más que pedir la guerra... bueno, piden que el rey dimita, llaman de todo a todos los que no son de su quinta, y al paso que van pueden pedir hasta la división del país.
En cualquier empresa, cuando alguno de sus portavoces (y un locutor de radio lo es) se pasa dos pueblos como es en este caso, los jefes ya le habrían puesto de patitas en la calle, no?

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