Pues eso, que hasta que no tienes una hipoteca sobre tus espaldas y para 40 o 50 años, que no sabes lo que vale un peine, y si encima te viene la revisión de la hipoteca con las modificaciones necesarias gracias al euribor, por no saber, no sabes ni por donde te vienen los tiros.
Hoy en día, raro es el joven que no esté hipotecado hasta las cejas, o sea, hasta la edad de jubilación, por una casa, que su gran mayoría, no cubriría en un principio sus espectativas de su vivienda idónea, pero como se suele decir, en algún lado hay que meterse. Hoy en día también, no son pocos los mayores que aún pagando su hipoteca a 30 años, ven cómo está de mal el mercado y que cada año el euribor les hace pupa en su cuenta de ahorros. Hoy en día también están los cuasi jubilados o simplemente jubilados, que ya terminaron de pagar sus hipotecas y ven cómo sus hijos o sus nietos tienen ciertas dificultades para poder pagar un hogar donde hacer familia.
Hoy en día, raro es el joven que no esté hipotecado hasta las cejas, o sea, hasta la edad de jubilación, por una casa, que su gran mayoría, no cubriría en un principio sus espectativas de su vivienda idónea, pero como se suele decir, en algún lado hay que meterse. Hoy en día también, no son pocos los mayores que aún pagando su hipoteca a 30 años, ven cómo está de mal el mercado y que cada año el euribor les hace pupa en su cuenta de ahorros. Hoy en día también están los cuasi jubilados o simplemente jubilados, que ya terminaron de pagar sus hipotecas y ven cómo sus hijos o sus nietos tienen ciertas dificultades para poder pagar un hogar donde hacer familia.
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